martes, 13 de octubre de 2009

Domingo 18 octubre: De nuevo el Garbí...

A pesar de haber subido ya algunas veces al Garbí y de que el otoño se hizo notar la semana pasada con algunas lluvias y una bajada de temperaturas considerable, nos reunimos una veintena de personas, entre niñ@s y adult@s, dispuestas a coronar de nuevo esta cima fetiche subiendo por la canal. Todo un clásico, vamos. No creíamos que íbamos a ser tantos (¿por qué no os apuntáis al blog?, jejeje) ya que la mayoría de gente se decidió casi a última hora, pero al final éramos de largo el grupo más numeroso de senderistas, ciclistas, moteros y domingueros varios (estos últimos subiendo en coche, por supuesto) que se paseaba por este privilegiado mirador de la Sierra Calderona (a unos 600 metros de altitud).

Nos encontramos en La Pinada a las 9h. Tras los saludos y  las presentaciones; ya que Sandra y  yo (Laura) nos estrenábamos con el grupo, nos repartimos en los coches y nos dirigimos a Segart. Dejamos los coches en una curva al inicio del sendero y sobre las 9:30 h nos dispusimos a iniciar el ascenso. El día amaneció claro (aunque algo fresquito) así que intuíamos que al llegar arriba podríamos disfrutar de una buena panorámica de la costa.

El grupo de senderismo junior, conocidos también como “rocacoscollitas”, estaba formado en esta ocasión por más del doble de adultos que niñ@s (6 niñas para ser más exactos, frente a 14 jovencitos y jovencitas de todas las edades… si las cuentas y la memoria no me fallan). Pues, aunque parezca mentira… no me pongo colorada (aunque algo de vergüenza nos debería dar) al admitir que la delantera y el ritmo lo llevaban las más pequeñas. Al llegar al inicio de la canal ya iban las gemelas Marina e Irene en cabeza y, a pesar de las advertencias de su padre y su tía, no tenían intención de pararse. El primer tramo de la subida no es muy peligroso, aunque desde el primer minuto, la pendiente es bastante pronunciada. Diez minutos de andar bastaron para que (quien la llevara) se quitara la chaqueta y notara el calorcito.

Subimos los primeros metros bastante agrupados hasta llegar a una bifurcación en la que perdimos la marca y no sabíamos si tirar a la derecha o la izquierda. Nos paramos un momento mientras Javi iba a investigar, pero aún así parece que cogimos el camino que no era. Ningún problema, ya que un poco más adelante, y tras el “atajo” volvimos a retomar la senda correcta. Al llegar a la zona de “escalada” y cadenas ,la mayoría de las niñas continuaban en la têtê de la course, en compañía de algunos mayores que las ayudaban en los tramos más difíciles. Algunas de las “mayorcitas” necesitamos también una mano de ayuda en varias ocasiones; cuando las cuatro extremidades propias y las cadenas no eran suficientes. Aunque la roca de ródeno, que dibuja la espectacular silueta del Garbí, no es para nada resbaladiza sí hay que subir con cuidado porque es fácil dar un traspié y caerse. Paramos sólo un momentito en el camino para dejar pasar a unos senderistas, reagruparnos y reponer fuerzas con unas chuches. Rafa y su bastón iban los últimos a modo de coche escoba para que no se quedara nadie por el camino. Por suerte, llegamos todos sanos y salvos… y ¡¡¡hambrient@s!!!. Como ya eran prácticamente las 11h nos dirigimos directamente a las mesas del merendero para almorzar. Elegimos las que estaban al sol hacía un poco de aire y no queríamos enfriarnos. Marta, Irene, Marina, Mireia, Maria y Anna se sentaron juntas en una mesa… y antes casi de que los mayores pegáramos el primer bocado se habían acabado su almuerzo y estaban comiendo ya las chuches. Aprovechamos para disfrutar de las vistas, hacer fotos varias, incluida por supuesto la de grupo en la que estamos todos los que éramos. Dimos la vuelta por los miradores y nos dirigimos de nuevo hacia la carretera desde donde salen las distintas vías de descenso (la carretera, la pedrera o la misma canal por donde habíamos subido). Tras una improvisada reunión, en la que los que habían hecho antes la ruta y los padres y madres como responsables de sus hijas dieron su opinión, acordamos bajar de nuevo por la canal. Era el camino más corto (algunas nubes empezaban ya a amenazar) pero a la vez el más espectacular…

El descenso costó un poquito más que la subida (unas 2 horas) ya que por un lado no queríamos mojarnos (el día estaba cada vez más nublado) pero era importante mantener la precaución y asegurar bien los puntos de apoyo para no resbalar. De nuevo las niñas iban en cabeza, esta vez mucho más “custodiadas” por adultos. La verdad es que la bajada impresiona bastante y tiene un cierto peligro. En uno u otro momento las que no somos tan niñas también necesitamos una pequeña ayudita. Hubo un par o tres de pequeños sustillos que acabaron en nada (en algún moratón como mucho). A pesar de ser los adultos mayoría, éramos 14 (Marian, Carlos, Mayte, Juan, Carmen, Emilio, Mary, Carmen, Javi, M. Carmen, Sandra, Rafa, Merche y Laura) frente a 6 niñas (Marta, Irene, Marina, Mireia, Maria y Anna) si se hubiera tratado de un partido de fútbol nos hubieran ganado por goleada, tanto en la subida como en la bajada.

Andamos el último tramo sin grandes dificultades y algo más rápido ya que la amenaza de lluvia no cesaba, y justo cuando caían las primeras gotas, alrededor de las 14 horas, llegamos a la zona donde estaban los coches aparcados. ¡¡Qué suerte!!
Hasta pronto
Laura

PD: Esta ha sido mi primera ruta con vosotros y espero que no sea la última. Lástima que viva tan lejos y no pueda visitaros más a menudo. Pero ya sabéis que cuando queráis os preparo una ruta por el Camí de Cavalls de Menorca. Estáis tod@s invitad@s.

viernes, 2 de octubre de 2009

4 Octubre, explorando un nuevo sendero.

Este domingo he tenido poco tiempo, por lo que había organizado un paseo para tratar de localizar un sendero local cercano y que podía ser interesante. Según hemos averiguado se trata del SL 108 que se la llama "Ruta de la Calderona". Ahora sabemos donde empieza y donde acaba, pero la aventura ha empezado al revés, es decir, sin saber donde estaba nada.
La vía de servicio que hay desde La Pinada hasta el Cami de Lliria pasa junto a un descampado donde hace muchos años había una cantera, la de Gausa. Y mi privilegiada vista había detectado un poste indicador de sendero. Lo tenia en mente para recorrerlo y ver que dificultad tenia y poder llevaros ¿correcto?
Hoy era ese día. Hemos aparcado es la misma cantera y hemos empezado a buscar el poste ...o las señales..¡¡algo!!...nada. El poste no está, no se ven senderos y solo hay basura y escombros. Hemos vuelto hasta la vía de servicio y nos hemos desplazado un poco mas abajo, hacia el Camino de Lliria donde otro pequeño ensanche con 2 pistas que salían de él nos ha hecho pensar que seria por allí. Despues de una pequeña subida hacia la izquierda se ha acabado el camino y lo único que teníamos delante era la preciosa vista de Sagunto, el mar y todo el litoral. AH...y un millón de colmenas que han asustado a las niñas. Vuelta para atrás mientras en los restos de canteras y caminos hemos encontrado un sitio para almorzar....¡¡aunque solo llevábamos media hora de camino!! jajaja.
Bueno, nos hemos vuelto ha buscar el coche y de camino hemos tropezado con toda la basura y escombros que se pueda imaginar.
Al llegar a las casetas de la cantera donde teníamos el coche hemos decidido dar otra vuelta por si encontrábamos señales y ...¡¡voila!!...un poste arrancado y tirado en el suelo ..¿una tormenta? ..¿vandalismo? ....Lo hemos puesto en pie, pero no se lo que aguantará. Esto nos ha abierto los ojos. A partir de aquí, las señales verdes y blancas del SL nos han subido bordeando la antigua cantera hasta el Coll de la Caldera. un nuevo poste en la cima nos indicaba que faltaban 2.5 Km hasta el final del sendero y que volviendo hacia atrás, otros 2.5 Km aprox. nos llevarían al inicio del mismo. Hemos dando un rodeo hasta encontrar otra vez la señales que aprovechando antiguos caminos rurales pasan por debajo de la autovía y de las vías del tren hasta el Molí de Gausa, y desde ahí hasta Sagunto ya solo es caminar a las faldas del Castillo por la parte Sur, bordeando las grandes balsas de agua, el cementerio y en la entrada del pueblo, un crucero con un cartel nos indica donde empieza este sendero y sus datos técnicos.

Os invito a visitarlo con mas seriedad y organizacion. Creo que vale la pena.

BSS